
A partir del próximo 1 de febrero de 2014, entrará en vigor la Zona Única de Pagos europea, más conocida por SEPA, sus siglas en inglés. A partir de ese momento los pagos a través de transferencias bancarias, adeudos directos o tarjetas se regirán por una regulación común en 33 países, entre los que se encuentran los 28 estados de la UE, Suiza, Noruega, Mónaco, Islandia y Liechtenstenstein.
El cambio más notable de los que introducen los nuevos estándares comunes a todos los países que se integrarán en la zona única de pagos es el cambio en la identificación de las cuentas bancarias. El actual código de cliente (CCC) será cambiado por un nuevo código, el IBAN (por sus siglas en inglés código internacional de cuenta bancaria). El nuevo código tendrá 24 dígitos, en lugar de los 20 del código actual, de los que los dos primeros corresponderan a dos letras para identificar el país (en el caso de España, ES). El IBAN de la cuenta podrá consultarse en el extracto de cuenta, las comunicaciones de los bancos y las aplicaciones de banca electrónica de las distintas entidades.
Por lo que respecta a los instrumentos de pago, en el caso de los adeudos directos, que sustituirán las actuales domiciliaciones de pagos, habrá dos modalidades posibles: el esquema básico, destinado a empresas y particulares, con pocos cambios respecto al modelo actual, y el esquema B2B (business to business) pensado para empresa y autónomos, cuyos plazos de devolución se reducen.
Noticia publicada en CINCO DIAS el 2 de enero de 2014