
Uno de los objetivos de la Agencia Tributaria para el trienio 2020-2023 es la lucha contra el fraude fiscal y la prevención del mismo. El plan estratégico de la Agencia para este período incluye líneas de actuación orientadas a:
- Asistencia para reducir las cargas administrativas del cumplimiento de las obligaciones fiscales.
- El fomento del cumplimiento voluntario mediante la presentación de autoliquidaciones y declaraciones informativas.
- Investigación y actuación de comprobación del fraude tributario y aduanero.
En este sentido, la Agencia tributaria está poniendo la lupa muy seriamente sobre las siguientes áreas:
- Prevención del software de doble uso para asegurar que estos soportes reúnen los requisitos de integridad, conservación, trazabilidad y legibilidad de todos los registros tributarios.
- Monedas virtuales. Desarrollo normativo y elaboración de los modelos de declaración para dar cumplimiento a las obligaciones de información que ya prevé la Ley 11/2021, de 9 de julio.
- Acciones de control en actividades económicas con presencia intensiva de consumidores finales.
- Incremento del control en aquellos sectores en los que se aprecia un alto riesgo de economía sumergida y se observa un uso intensivo del pago efectivo.
En relación con este último apartado, la Agencia Tributaria ha diseñado un plan de control que pone el foco sobre los pagos en efectivo y ha lanzado una campaña muy ambiciosa para el control de estos pagos. Recordemos que en la actualidad los límites legales al pago en efectivo se establecen de la siguiente forma:
- 1.000€ en operaciones en las que una de las partes se empresa o profesional
- 10.000€ si el pagador es un particular no residente en España y el cobrador una empresa.
Con toda probabilidad el número de comprobaciones en operaciones de efectivo va a continuar creciendo. En caso de ser objeto de alguna comprobación la Agencia Tributaria solicitará la siguiente información:
- Libro de registro de facturas emitidas, copia de facturas y presupuestos por importe superior a 1.000€.
- Justificante del cobro de todos los importes superiores a esa cuantía.
- Identificación del TPV y de la cuenta corriente.
Los objetivos que se persiguen son verificar que no existen operaciones superiores a 1.000€ cobradas en efectivo y que no se han realizado pagos fraccionados.
En caso de comprobación es fundamental aportar toda la documentación solicitada porque Hacienda considerará como pago en efectivo cualquier cobro sin justificar, aplicando una sanción de hasta el 25% de su cuantía.
En definitiva, la Agencia Tributaria ha puesto el foco sobre las operaciones en efectivo. En especial, en empresas que cuyo cliente son particulares es estrictamente necesario documentar cada operación y realizar una llevanza de la contabilidad estricta que evite disgustos ante una eventual comprobación.