
La venta de una empresa es una de las decisiones más importantes que el consejo de administración puede tomar. Es una decisión que puede tener un impacto significativo en el futuro del negocio, en su equipo y sus clientes.
Cuando se trata de vender una empresa, hay varios tipos de compradores potenciales. Si bien el objetivo final para el vendedor puede ser el mismo (maximizar el precio de venta) la estrategia a seguir para cada tipo de comprador puede variar significativamente:
¿Qué tipos de comprador existen y cuáles son sus objetivos de compra?
1. Fondos de Inversión
Los fondos de inversión son empresas que invierten el capital de terceros en diferentes tipos de activos, como acciones, bonos, bienes raíces o empresas. Los fondos de inversión adquieren empresas para obtener una rentabilidad a corto plazo, y por lo general, no planean mantener la empresa por un largo período de tiempo. Ya en su estrategia de entrada en el capital de una sociedad tienen prevista la salida a corto o medio plazo. Por tanto, la estrategia para la venta de una empresa a un fondo de inversión debe orientarse a maximizar la rentabilidad a corto plazo.
Los fondos de inversión suelen estar interesados en empresas que tienen un historial sólido de crecimiento y ganancias, y que tienen la capacidad de generar flujos de caja consistentes. Por lo tanto, es importante enfatizar estos aspectos al ofrecer la empresa a un fondo de inversión y presentar proyecciones financieras sólidas para el futuro que demuestre la capacidad de la empresa para mantener o aumentar sus niveles de rentabilidad en el corto plazo.
El proceso de due diligence es una de las etapas clave en una eventual negociación con un fondo de inversión. Éstos suelen realizar un análisis riguroso y detallado de la empresa antes de realizar una oferta de compra. Por lo tanto, es fundamental tener una documentación detallada y actualizada para garantizar una evaluación precisa y sin contingencias.
Una vez que se ha completado el proceso de due diligence y se ha llegado a un acuerdo sobre los términos de la venta, es importante asegurarse de que el proceso de transición sea lo más suave posible. Los fondos de inversión suelen estar muy orientados a la rentabilidad y a la maximización del valor de la empresa, por lo que es importante tener un plan sólido para la transición de la empresa y garantizar que se cumplan sus expectativas.
Normalmente los fondos de inversión no disponen de un equipo gestor que asuma las riendas de la dirección de la empresa, por lo que suele ser objeto de negociación mantener al equipo directivo o incluso que la propiedad mantenga un porcentaje de participación minoritario.
2. Grupos industriales
Los grupos industriales son empresas que se dedican a una industria específica, y buscan expandir su alcance en el mercado y mejorar su posición competitiva a través de un crecimiento inorgánico mediante la adquisición de empresas que complementen su actividad, dispongan de tecnologías diferenciales o de activos estratégicos. Por lo tanto, la estrategia para la venta de una empresa a un grupo industrial se centra en las sinergias de la empresa en venta con el negocio principal del grupo.
Cuando se presenta la empresa al grupo industrial, es importante destacar las fortalezas y ventajas competitivas de la empresa en relación con la actividad principal del grupo. También es importante destacar cualquier capacidad adicional que la empresa pueda aportar, como el fondo de comercio, tecnologías incorporadas o habilidades específicas.
El proceso de due diligence también es importante cuando se trata de vender una empresa a un grupo industrial. Sin embargo, la evaluación se centrará más en la capacidad de la empresa para generar sinergias y aportar valor.
En los procesos de integración una variable muy a tener en cuenta es la adopción de la cultura empresarial y los procesos de trabajo dentro del grupo y procesos establecidos, por lo que es importante trabajar con el grupo. Es necesario establecer los términos en los que el proceso de integración se llevará a cabo.
Finalmente, otro factor a evaluar es el impacto que la venta tendrá en el personal de la empresa. Por tanto, un elemento de negociación puede girar en torno a la posición que los trabajadores de la empresa adquirida tengan en el grupo y las oportunidades de crecimiento que se les planteen.
3. Competidores directos
Los competidores directos buscan adquirir empresas para eliminar un competidor potencial, aumentar su participación en el mercado o expandir su oferta de productos y servicios. El objetivo de un competidor directo es adquirir la empresa para mejorar su propia posición en el mercado y aumentar su rentabilidad. Las claves en el proceso de negociación y venta son similares al caso de los grupos industriales. La diferencia estriba en que en el primer caso se trata de adquirir fondo de comercio, nuevas gamas de producto o eliminar sencillamente un competidor y en el segundo caso se trata de obtener sinergias con la compra que incrementen el valor del grupo.
Los objetivos de cada comprador varían en función de su perfil, su de negocio y sus propias necesidades. Es importante comprender qué mueve a cada uno de estos perfiles para adaptar la estrategia de venta y maximizar el valor de la empresa.
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